Familias lingüísticas del mundo
Para comienzos del siglo XIX apareció la preocupación por conocer el pasado de las lenguas, sus parentescos y relaciones. Es así como nace la lingüística histórica que busca comprender y formular las leyes que rigen la evolución y diferenciación de las lenguas a través del tiempo. La introducción de esta tendencia se la debemos a Friedrich Schegel quien a través de sus investigaciones del sánscrito logró demostrar el origen común de las lenguas indoeuropeas gracias al uso del método comparativo (protoformas comunes a cada grupo que permiten reseñar diferencias y contrastes).
Se destacó también en este campo el danés Rasmus Rask, aunque el verdadero fundador del método comparativo se considera el autor de la obra Deutsche Grammatik (1819), el alemán Jacobo Grimm por quien se denomina “ley de Grimm” a las correspondencias fonéticas que muestran mutaciones de un sistema de lengua a otro.
El método comparativo permitió llegar a conclusiones verdaderamente trascendentales en cuanto a las familias lingüísticas del mundo al culminar el S. XIX.
Se concluyó que existen 20 familias lingüísticas, a saber, indoeuropea, urálica, caucásicas, camito-semíticas, del Sudán, bantú, hotentotes, altáica, japonés, paleo siberiana, chino-tibetana, andamanésica, dravídicas, austro-asiática, malayo-polinésica, austrálica, asco, coreano, esquimales y lenguas amerindias. De todas las anteriores, la familia más estudiada ha sido la Indoeuropea, de cuyo seno nace nuestro idioma español, desprendiéndose de la rama itálica al latín y posteriormente a ser una de las 8 lenguas así llamadas romances, como se puede observar el siguiente gráfico.
Ramificación de las lenguas romances a partir de la familia lingüística Indoeuropea.